miércoles, 20 de agosto de 2008

El culo de dos caballos...

La distancia que separa los raíles de un tren es de 143,5 centímetros o 4 pies y 8,5 pulgadas... ¿Por qué una medida tan absurda? ¿no sería más sencillo que la distancia fuese un número redondo? Bien, todo tiene una explicación.

Cuando se construyeron los primeros vagones de tren se usaron las mismas herramientas que se utilizaban para la construcción de carruajes. ¿Por qué los carruajes tenían esa distancia entre ruedas? Porque las antiguas carreteras se hicieron con esa medida ya que sólo así podían circular los carruajes. ¿Y quién decidió que las carreteras debían hacerse con esa medida? Los romanos, primeros grandes constructores de carreteras.

¿Por qué? Porque los carros de guerra eran conducidos por caballos y al ponerlos uno al lado del otro, los animales de la raza que usaban en aquella época ocupaban 143,5 centímetros.

De esta manera, la distancia entre los raíles de los modernos trenes que utilizamos hoy en día fue determinada por los romanos. Por difícil que parezca creerlo, lo cierto es que nadie nunca se ha planteado modificar esas medidas.

Pero hay más, esta absurdez llegó a afectar incluso a la construcción de los transbordadores espaciales ya que los ingenieros norteamericanos creían que los tanques de combustible debían ser más grandes, pero eran fabricados en Utah, había que transportarlos en tren hasta el Centro Espacial de Florida y no cabían en los túneles. Conclusión: tuvieron que resignarse a hacer tanques de combustible con esa medida.

El otro día, Laura echaba de menos una reflexión sobre lo ocurrido entre Rusia y Georgia... Amiga, si la medida del culo de dos caballos ha conseguido prevalecer sobre la iniciativa humana ¿qué reflexión quieres que haga cuando hablamos de una guerra? Nunca evolucionaremos en lo que a la guerra se refiere porque es mucho más cómodo arreglar los problemas a golpes. Me da igual si se trata de Rusia y Georgia, EE.UU e Irak, España y nuestro País Vasco, o cualquiera que sean las dos partes que no quieren utilizar las palabras para resolver un conflicto. Todos demuestran que seguimos utilizando las técnicas del ser humano más primitivo: la fuerza.

Eso sí, ahora el señor Putin expresará sus más sinceras condolencias a los españoles por el accidente aéreo que ha acabado con la vida de 153 personas que se disponían a disfrutar de sus vacaciones... pero que no nos engañe, si esas personas hubiesen estado en Osetia, sus vidas habrían tenido menos valor y su pérdida no sería tan lamentable.

Estar en el sitio erróneo. Eso es lo que finalmente une a las víctimas de un accidente de avión y las de una guerra.

3 comentarios:

Laura dijo...

Nunca dejarás de sorprenderme. ¿De dónde has sacado lo de los caballos? Gracias por hacer caso a mis peticiones de reflexión.

Renglón Torcido dijo...

¿Todavía no has aprendido que un periodista nunca revela sus fuentes? Pues eso

Tatita dijo...

Simplemente te diré que, si recuerdo mi contraseña -que ya se me agotan las posibilidades para hacer nuevas cuentas-, sólo haré comentarios a aquellas reflexiones que me sorprendan por su ingeniosidad, por su literatura, por su unicidad y porque merezcan, como ha dicho giusepina, pasar las fronteras de esta blogosfera. Esta es una más, crack.