miércoles, 19 de agosto de 2009

Cómo llegar al Destino...

Cada mañana en el metro la misma impresión....

Hay quien tiene claro el camino a su tren y no para ni para dejar pasar. Otros buscan, perdidos, que alguien les oriente sobre el camino que deben tomar para llegar a su DESTINO.

Joder, el metro es como la puta vida...

jueves, 6 de agosto de 2009

Tiempo

Era como si la aguja del segundero se hubiese vuelto loca y la que marcaba las horas todavía mantuviese la cordura. Conscientes ambas de que el tiempo transcurría a su ritmo, aquella pequeña se sentía con poder para cambiar las cosas.

Se equivocaba. El tiempo no depende de algo tan insignificante como un reloj. Las ruedas que provocan su movimiento es un mecanismo demasiado simple frente al alma.

Alma. Ése es el tiempo que nos queda.

viernes, 10 de julio de 2009

- ¿En serio?

- Así es. Descubrió que todo lo que tenía que hacer para deshacerse de su sombra era apagar la luz. Pero tuvo miedo.

- ¿De quedarse a oscuras?

- De quedarse solo.

martes, 9 de junio de 2009

Medias noches

He pasado medias noches intentando analizar las ramificaciones de la locura. Renglones torcidos que esconden mis verdades. Las otras medias noches las pasé disfrutando porque a ratos la locura me enseña que lo único que hay que entender es que entender no siempre es requisito. Deshilo el tiempo... y mientras imagino una guerra entre las sábanas de mis ganas convictas y mis tímidas ganas.

- Sssshhhh, ¡Renglones, silencio!

Y Renglones guardó silencio en mitad de la noche, reflejando el cansancio del final del día...y del alma.

domingo, 22 de febrero de 2009

Definiendo

Momento:
(1) Porción de tiempo muy breve en relación con otra.
(2) Importancia, peso, trascendencia.

Tiempo: Duración de las cosas sujetas a mudanza.

Pues eso... definiendo.

martes, 13 de enero de 2009

Es verdad

Fragmento del discurso pronunciado por Gervasio Sánchez (periodista y fotógrafo) durante la entrega de los premios Ortega y Gasset (ante la Vicepresidenta del Gobierno, varias ministras y ministros, exministros del Partido Popular, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, el Alcalde de Madrid, el Presidente del Senado y centenares de personas).

... Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias