miércoles, 31 de diciembre de 2008

23 horas, 59 minutos y 61 segundos

Este moribundo 2008 tendrá un segundo más de vida. El minuto 59 de la hora 23 del 31 de diciembre tendrá 61 segundos. Dicen los que entienden de esto que así se corrige la diferencia existente entre los relojes y el tiempo astronómico que se basa en la rotación del eje de la Tierra y que es más lento. Esta es la vigésimo cuarta vez que se añade ese segundo adicional al reloj maestro, que está en el Pentágono (¡cómo no!), y sobre el que se basan los relojes de todo el mundo (¡cómo no!)".

Sobre esta información, tres apuntes:

Uno. Acabo de darme cuenta de que mañana todos seremos 24 segundos más viejos. Aprovecharé el tiempo al máximo antes de cumplir un segundo más de los previstos.

Dos. Esta información me hace plantearme el próximo 2009 de forma distinta en cuanto al tiempo. Así, juro solemnemente no volver a adelantar mi reloj 5 minutos para llegar puntual al trabajo porque el tiempo astronómico es mucho más importante que eso.

Y tres y más importante. Si unos tienen derecho a sumarle un segundo a un minuto, que nadie me eche en cara que a partir de ahora yo sume horas a mi fin de semana porque mi reloj vital no va a ser menos que el astronómico. Y punto.

Feliz segundo 61.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola carol!
has pensado hablar alguna vez de las cardiopatias congenitas y de su fundacion(menudos corazones) que tanto nos está ayudando psicologicamente?
saludos